En la ceremonia oficial por el primer siglo de la promulgación del Plan de Ayala en Ayoxuxtla, a pesar de haber develado un monumento de Emiliano Zapata, depositado una ofrenda floral y montado una guardia en honor del general, el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas se abstuvo de pronunciar discurso.
La omisión del titular del Poder Ejecutivo local provocó el enojo de muchos pobladores de esa localidad de Huehuetlán el Chico, quienes minutos antes, a través del discurso de Ezequiel Vergara –comisario de Bienes Comunales– y mediante gritos, reprocharon el abandono que han padecido durante décadas.
El líder agrario fue el primero en tomar la palabra y advirtió: “Emiliano Zapata firmó el Plan de Ayala en Ayoxuxtla, pero ahora todos se han olvidado de los campesinos”. En adelante, la arenga fue una retahíla de quejas porque al campesinado no le hizo justicia la Revolución, pues carece de tierras, agua, insumos y apoyos para vivir, amén de que el nivel educativo sólo llega hasta la secundaria, pues no hay bachilleratos en la zona.
Pero lo más grave, abundó Vergara, es que en Ayoxuxtla se padece una miseria igual o peor a la que sufría hace 100 años.
El representante del pueblo anfitrión agradeció la colocación del nuevo monumento al Caudillo del Sur, pero señaló que los labriegos también necesitan fertilizante, agua y apoyos gubernamentales.
Mientras Vargas pronunciaba su discurso, desde abajo varios campesinos gritaban consignas como: “¡Somos pobres, no nos han dado nada!” o “¡no queremos tractor oros, queremos justicia!”.
Tal vez fueron las palabras del comisario o los reclamos de los que estaban abajo del estrado, o las dos cosas, pero el rictus del mandatario estatal se endureció, parecía molesto, incómodo. Su rostro configuró un gesto similar al que expuso el pasado 13 de septiembre, cuando una manifestación de defraudados de Sitma lo tomó por sorpresa, en la ceremonia oficial de los Niños Héroes.
En su turno, el diputado Felipe David Espinoza Rodríguez –quien ofreció una comilona a los invitados–, recordó que más del 50 por ciento de los pobladores de la mixteca han emigrado a los Estados Unidos: “su principal fortaleza económica son las remesas que se ven transformadas en vivienda rurales y camionetas para su trabajo diario, que nada tienen que ver con los ingresos del campo y mucho menos de la ganadería”.
El orador por parte de la oficialidad fue Felipe Mojarro, titular de la Comisión Estatal de Vivienda, quien se limitó a leer la biografía de Zapata, obtenida de los libros del historiador derechista Enrique Krauze –según el mismo explicó– y quien, lejos de calmar los ánimos de los que estaban increpando, los ensalzó.
No era para menos: los pobladores de Ayoxuxtla estaban enojados desde las primeras horas de la mañana, debido a que personal de la Secretaría de Seguridad Pública y Vialidad Estatal colocaron vallas que les impedían el tránsito. En varios momentos los vecinos reclamaron la obstrucción a los uniformados: “¡Nunca vienen y cuando vienen no nos dejan pasar!”.
Se esperaba que Moreno Valle diera un mensaje, una respuesta a las demandas, a los reclamos. No lo hizo. Colocó la ofrenda floral, montó la guardia de honor, escuchó el himno agrarista, visitó el museo de sitio y en el libro de Visitantes Distinguidos escribió: “Como gobernador me siento orgulloso de nuestro pasado y veo con optimismo nuestro futuro”. Luego se marchó.
Nota leida en:http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2011/11/29/puebla/pol202.php
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