Mario Alberto Mejía
El gobernador Rafael Moreno Valle sumó nuevas cabezas a su colección de derrotados: las de Juan Carlos Mondragón, Pablo Rodríguez Regordosa y El Yunque en su conjunto.
Estas vienen a completar el cuadro integrado por las cabezas de Melquiades Morales, Mario Marín, Javier López Zavala y Ana Teresa Aranda.
Esta última, por cierto, volvió a ser derrotada por Moreno Valle, a quien sigue calificando de priista.
Eso ocurrió cuando unos dieciseis notarios se apersonaron recientemente en un acto panista para dar fe de las irregularidades que estaban cometiendo los yunquistas.
Todos la escucharon gritar estas palabras: “Ahora sí tenemos un avispero de notarios. Cuando los llamábamos nosotros no venían. Tenía que estar al frente del gobierno del PAN un priista para que vinieran”.
Lo que ocurrió ayer en el contexto de la Asamblea Estatal del PAN era previsible para todos menos para Juan Carlos Mondragón, dirigente (¿?) estatal de ese partido, quien hasta el último momento le apostó a derrotar a los morenovallistas.
Incluso, por las dudas, preparó dos discursos.
No le quedó más remedio que mal leer el de la derrota.
(Qué penoso fue escuchar a un hombre que se jacta de haber estudiado varios postgrados leer tan terriblemente las líneas de su defunción. Ni un niño de seis años lo hubiera hecho tan mal).
Nervioso, titubeante, mal lector de sus emociones, Mondragón (o lo que queda de él) balbuceó las siguientes líneas:
“Acción Nacional no es propiedad de grupos, ni tiene factura de compra-venta, ni contrato de exclusividad. En el partido tienen cabida todos aquellos hombres y mujeres que quieren servir honestamente a México, somos un partido de puertas abiertas a lo mejor de la sociedad y cerradas a las prácticas perversas que durante años combatimos”.
No hablaba un estadista.
Eructaba un perdedor.
Aquí acabó la historia (mínima) de un hombre que estuvo en el barco de los triunfadores el 4 de julio del año pasado y que de un salto suicida terminó del lado de los derrotados.
Y hay que tener talento para ello.
Le tocó a Roberto Grajales Espina -uno de los operadores del morenovallismo al interior del PAN, junto a Ángel Alonso Díaz Caneja- clavarle la daga verbal a los Yunquistas: “A pesar del boicot, este triunfo implica que el partido se abre, que deja de ser un coto de poder y que ese coto que impedía el crecimiento de partido, que los comités municipales dejen de ser oprimidos, que estos comités tengan vida”.
¿Cómo olvidar que en el pasado proceso electoral las familias custodias que integran El Yunque pactaron con Mario Marín Torres varias cosas?
A saber: que no dejarían pasar a Moreno Valle en la contienda interna, que no habría alianza con los partidos de izquierda y que el PRI ganaría la gubernatura.
Ninguna de las tres promesas cumplieron.
Por eso, cómo olvidarlo, se apersonaron con los rostros descompuestos a la celebración morenovallista en el Presidente Intercontinental.
Ayer, pues, quedó claro, clarísimo, que el gobernador es el gobernador y que no le tiemblan las manos para ejecutar los actos de poder.
Y el de ayer lo fue.
No cabe la menor duda.
Los Tiro Moranchel y la Zona VIP del Cereso. Don Ignacio de la Torre nos comparte esta reflexión:
“A partir del lunes 6 de junio en que el periodista Arturo Luna Silva, en su muy bien documentada Garganta Profunda del portal de noticias Puebla On Line, puso al descubierto la intrincada red de privilegios que tiene a su alcance el empresario Edmundo Tiro Moranchel, recluído desde hace casi dos años en el penal de San Miguel, información como cascada ha venido apareciendo en diversos espacios informativo locales.
“Un día después, durante un desayuno con motivo de la Libertad de Expresión, el Gobernador del Estado Rafael Moreno Valle, pidió a los comunicadores poblanos que no se limiten a hacer señalamientos a la ligera, sino que presenten pruebas.
“En esa misma fecha, martes 7 de junio, el periodista Fermín Alejandro García Herández, en su columna Cuitlatlán que se publica en el periódico La Jornada de Oriente, reveló con lujo de detalles, el comelitón que Edmundo Tiro Moranchel organizó con motivo del cumpleaños de Director del Cereso: Juan Roberto Montes Romero.
“Pero el colmo, de los colmos llegó el pasado lunes 13 de Junio, cuando el reportero Víctor Gutiérrez Salvatori publicó a 8 columnas en El Sol de Puebla, el funcionamiento descarado de la “Financiera San Miguel”, ¡si….. leyó usted bien!
“Aparte de que Edmundo Tiro Moranchel vive mejor que un sultán en Brunei, tiene en su celda, servicios de tv por cable, internet de banda ancha y se mueve como pez en el agua por todas las redes sociales como facebook y twitter, y no conforme con ello ha puesto en marcha una nueva financiera en la que sus nuevos clientes, son internos del cereso, custodios, secretarias y hasta uno que otro abogado en apuros.
“Creo que por pruebas, la prensa poblana ha hecho en exceso su trabajo, ha dibujado con esmerada precisión todos los mecanismos como se mueven los hermanos Tiro Moranchel, particularmente Edmundo, quien ya hizo hasta compadre del actual Director de la cárcel, el tamaulipeco Juan Roberto Montes Romero, pero las instancias de gobierno encargadas de investigar y sancionar las conductas fuera de toda normatividad, se encuentran pasmadas y no atinan a reaccionar.
“No son denuncias anónimas, las referidas investigaciones periodísticas han proporcionado nombres, apellidos, horarios, cuantificaciones económicas, ubicaciones, la muerte de una persona que se cayó de la azotea para instalar la antena de TV en la celda de los Tiro Moranchel, ¿Que más pruebas se requieren?
“La criminal habilidad para manipular a la gente por parte de Edmundo Tiro Moranchel no conoce límites, ¿Pero quién se lo permite y cambio de qu
“¿El tamaulipeco Juan Roberto Montes Romero, director de San Miguel?
“¿El otro tamaulipeco, Roberto Olivares Mojica, Director General de Ceresos?
“¿El serrano Ardelio Vargas Vargas, Secretario de Seguridad Pública?
“¿De más arriba es la autorización?
“Sinceramente no lo creo.
“Ojalá que pronton los reflejos del hombre “encargado del cuarto de máquinas”, se activen y ponga orden ya, antes de que el agua llegue al camarote del capitán.
“No debiera ser su trabajo, pero siempre tiene que andar arreglando los descuidos y omisiones de muchos de los operarios.
“No hay que olvidar que un tema penitenciario mal conducido, derivó en una crisis política y en la desgracia del Iron Man de Nativitas.
“En este momento, la verdad no creo que el problema sea incluso Edmundo Tiro Moranchel, no tiene la culpa el indio….sino el que lo hizo gerente”.
A propósito de los Tiro Moranchel, el quintacolumnista publicó ayer las siguientes líneas:
En su celda VIP, rodeado de su esposa, sus auxiliares y todas las comodidades del caso, Leonardo Tiro Moranchel, Mr. Sitma, ve pasar los días con muchos planes en la cabeza.
Su mujer, por ejemplo, quien está a punto de hacerlo padre por segunda vez, ingresa al Cereso de San Miguel muy temprano y se retira a las cuatro de la tarde.
Y eso ocurre todos los días.
Sus auxiliares -reclusos que reciben dinero a cambio de servirlo- están prestos a protegerlo de los internos peligrosos y a atender los pequeños caprichos que de vez en cuando se le ocurren.
Pero el hombre que defraudó a miles de incautos a través de SITMA -aquel que era amigo del periodista Sergio Sarmiento y del comentarista Érick Guerrero- tiene una actividad notable aun entre las rejas.
Todos los días habla de negocios.
Y lo hace con otro poderoso interno apellidado Niño de Rivera o vía telefónica con un Couttolenc metido a constructor o con otro socio extremadamente rico e influyente.
Y es que “Leo”, como le dicen los amigos que aún le quedan, tiene un plan visionario para pagarle a los defraudados y volverlos a enrutar en los sueños que perdieron: hacerlos poseedores de sus casas en las 85 hectáreas que aún conserva a cambio de que le otorguen el perdón, lo que lo llevaría a salir de inmediato del Cereso.
Eso, claro, siempre y cuando dos presidentes municipales poderosos no terminen quedándose con sus tierras.
(Ya las vieron, ya las trazaron, las están enamorando).
Su otra opción no es menos atractiva: esperar pacientemente cinco o seis años a que se cumpla su condena y disfrutar de sus millones con todas las de la ley: libre y tranquilo.
Y es que con esos lujos la cárcel ni se siente.
Vea el lector: tiene televisión, radio, internet, dvd, libros, una cama de rey, vinos, cortes argentinos y todo aquello que hace una vida placentera.
Y más: sus auxiliares, que nunca se le separan, le ofrecen paz y tranquilidad.
(Hay en San Miguel hasta un trío musical que por unos pesos deleita al respetable).
Hace unos días, el 7 de junio, el periodista Fermín García dio detalles en su columna Cuitlatlán de una peculiar celebración organizada en el penal nada menos que por los internos VIP.
Vea el lector: “Dicen que el jueves de la semana pasada le celebraron su cumpleaños al político tamaulipeco Juan Roberto Montes Romero, y que para ello le ofrecieron una cálida fiesta, que incluyó la compra de varios kilos de carnitas, chicharrón, así como refrescos, salsas y tortillas. ¿Qué tiene de relevante esto? Que el festejo fue en el patio principal del penal de San Miguel y que el agasajado fue el director del Centro de Readaptación Social (Cereso), quien lleva dos meses en el cargo.
Y lo más importante, que los organizadores y convocantes de la selectiva fiesta fueron los llamados "concesionarios", que no son otra cosa que los internos más poderosos del Cereso de San Miguel por ser quienes controlan la venta ilegal de mercancías o servicios dentro de prisión; o son los que pagan para que su estancia la puedan desarrollar en áreas de privilegio, en donde no se revuelven con presos que son pobres, adictos, seropositivos o los más violentos.
“(...) Al convivio no faltaron los presos que venden las tarjetas para hablar por teléfono, los que rentan meses y sillas, los que controlan la zona de visita íntima y las celdas de privilegio; los que ofrecen servicios de lavandería; los que rentan aparatos electrodomésticos y herramientas; los que comercializan refrescos, comida, medicamentos y otros artículos. Dicen que también fueron los que, aunque parezca increíble, venden pulque en el patio del penal. Y obviamente los que también ofrecen otras mercancías prohibidas”.
Hasta aquí la cita con olor a privilegio.
Queda claro, pues, que nadie que viva como en los tiempos de monseñor Aldo Enrique Cruz -listo para regresar al gobierno estatal- puede sentirse en una cárcel o en un reclusorio.
¡Viva la impunidad!
Nota leida en:http://www.sexenio.com.mx/columna.php?id=1932
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