Miguel Ángel Domínguez Ríos
El expediente indica que tanto Tiro Moranchel como los propios empleados de esa suntuosa oficina, a pesar de que ya tenían conocimiento de que pronto quebrarían y defraudarían a miles de personas, en mayo y junio de hace tres años siguieron captando socios con una inversión inicial
De acuerdo con información obtenida por La Jornada de Oriente, la sucursal matriz de Sitma para la región de Atlixco –antes de comenzar la debacle del dueño del negocio Leonardo Tiro Moranchel–, ya había entrado en una crisis financiera, debido a que su liquidez seguía en picada, tal y como lo demuestra el estado de cuenta del banco Santander de septiembre de 2009.
El expediente, en manos de este reportero, indica que tanto Tiro Moranchel como los propios empleados de esa suntuosa oficina –que estuvo instalada en la calle 5 Sur 319 por más de una década, dos meses–, abierta bajo la razón social Servicios Inmobiliarios y Computación S.A de C.V., a pesar de que ya tenían conocimiento de que pronto quebrarían y defraudarían a miles de personas, en mayo y junio de hace tres años siguieron captando socios con una inversión inicial, en algunos casos, de hasta 400 mil pesos para entregarles a cambio una vajilla.
A pesar de los rumores de que muchos de los inversionistas por 30 días dejaron de percibir su “rendimiento”, lo que generó confianza en ellos fue que esa compañía imprimió cientos de cartas para hacerlas llegar a los domicilios correspondientes en donde les informó que a pesar del retraso, el depósito ya estaba listo en su cuenta bancaria.
Cabe recordar que el monto de dinero “extraviado” en el fraude de Sitma en la región de Atlixco es de aproximadamente 150 millones de pesos. El número de socios afectados en toda la zona: cerca de 2 mil demandas penales interpuestas ante el agente del Ministerio Público.
El gancho
El legajo del caso Sitma al que tuvo acceso este diario incluye, además de estados de cuenta bancarios, hojas oficiales de registro de clientes y de cartas transferidas a los accionistas, una carpeta de 15 hojas a colores en donde Leonardo Tiro Moranchel y su gente ofrecían una panorama del porqué invertir en esa propuesta.
Adujeron que el esquema de negocio es muy sencillo de explicar: “tu depositas, Sitma construye desarrollos inmobiliarios y los vende, y obtienes más. Con este proyecto obtienes la utilidad más alta del mercado garantizando así el crecimiento de tu patrimonio y de tu familia”.
Y ejemplificaron: “una inversión de 10 mil pesos a 18 meses significa una ganancia total de 2 mil 412 pesos; 50 mil pesos a un plazo de 12 meses son 600 pesos por cada 30 días y una transacción de 100 mil pesos equivalen a mil 340 de rendimientos mensuales. Nadie puede igualarnos”.
Por eso, tal como describe la copia de la relación de nuevos socios de Sitma, a quienes entregaron de regalo una vajilla a cambio de su dinero, entre mayo y junio del mismo 2009 22 personas inyectaron a ese compañía cerca de un millón de pesos. Asentado con su propio puño, firma y letra, los nombres aparecen a racimos y hasta con su número celular.
Y destacan tres: 15 de junio de 2009: María de los Ángeles Serrano; monto de apertura: 400 mil pesos; 19 de junio: Bernardo Domínguez Ramírez; monto de apertura: 317 mil 450 pesos. Finalmente Francisco Javier Brito Molina quien incrementó 100 mil pesos.
A pesar de ese ritmo de captura de clientes, cuando comenzaron a gestarse las primeras señales de inconformidad entre los cientos de socios de la región de Atlixco, frente a los síntomas de gravedad de Sitma en octubre de 2009, en septiembre el resumen informativo del estado de cuenta integral de Servicios Inmobiliarios y Computación S.A. de C. V., expedido por banco Santander, reportó un saldo de cero pesos. Aun cuando en agosto, la cifra ascendía a un millón de pesos.
Nota leida en: http://www.lajornadadeoriente.com.mx/noticia/puebla/sitma-estaba-en-cero-pesos-en-septiembre-de-2009-de-acuerdo-con-un-expediente_id_10624.html