9/09/2011 Académica condena fraude de Sitma a migrantes

Académicos condenaron el millonario fraude que realizó la empresa ilegal SITMA a remesas de migrantes, ayer en la Universidad Iberoamericana durante la presentación del libro “El Surco, historias cortas para vidas largas” del escritor Iván Uriel Atanacio Medellín

Marcela Ibarra, profesora del departamento de Ciencias Sociales, aseguró que ese dinero era “precioso”, pues representa el dolor y sacrificio no solo de migrantes sino de sus familias a quienes se lesionó de una manera ominosa.

“Fueron personas que se desprendieron de lo más querido, de todos lados son quienes buscan la esperanza, que en México son millones”

El autor de la obra, Ivan Atanacio quien fue jornalero en Estados Unidos y que cuenta también con estudios de posgrado en Ciencias Políticas construyó el texto desde entonces, acopiando las experiencias e historias que conoció y eventualmente escribió a manera de bitácora, llegó a reunir 90 desgarradoras historias que conformaron la obra.

Políticas americanas feroces que limitan su paso hacia su sueño, políticas asquerosas que los obligan a abandonar su país, también se asoman entre los testimonios que son narradas “Ivan no sólo narra el fenómeno de la migración, sino de la pobreza, la exclusión, los migrantes también ofrecen como espejo la historia contemporánea que es narrada con infinita belleza”

Su libro, escrito con dolorosas cursivas, tiene como eje el tema de las despedidas, las ausencias y la infinita tristeza de quien avanza dejando el corazón detrás.

En su participación, el escritor explicó la intención de dar voz a esas tristezas ambulantes ante un auditorio cautivo del que provocó la catarsis y el llanto, un académico en su intervención fue detenido por el recuerdo de su hijo en Alemania. “Gracias Ivan por este texto, nunca había leído tan perfectamente definido este sentimiento” y sin más, rompió en llanto.

El autor confesó que durante la construcción de la obra, murieron sus padres “Tuve que hacer una pausa, mi propia despedida me impedía continuar. Este libro se detuvo dos años hasta que finalmente, pude decir adiós internamente”

Iván Uriel Atanacio, no dejó de señalar que la obra escrita se hacía a manera de homenaje a todo el sufrimiento invisible en el país e invitó a los presentes unirse al minuto de silencio como una medida para recordar a quienes buscaban mejores condiciones de vida en otro país y han muerto en el intento.

Nota leida en:http://www.mpuebla.com/ultimas.php?id=20915
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