8/06/2010 Tiro Moranchel advirtió que sólo pagará con terrenos de Calpan

TANIA DAMIÁN JIMÉNEZ

El dueño de Sitma, Leonardo Tiro Moranchel, indicó que no tiene dinero ni propiedades, además del inmueble de 97 hectáreas localizado en el municipio de San Andrés Calpan, para indemnizar a los más de 6 mil clientes –a quienes les debe según la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ) más de 800 millones de pesos–, por lo que en caso de que dicha propuesta sea rechazada por los agraviados no le preocupa permanecer dentro del penal de San Miguel, donde se encuentra recluido desde hace dos semanas después de ser detenido como presunto responsable del fraude.

Leonardo Tiro recibió el pasado fin de semana en los locutorios de la cárcel de la capital poblana al representante de uno de los grupos de defraudados, Agustín Torres González, quien buscaba un acuerdo extrajudicial del caso, pero, señaló, no lo obtuvo por la falta de disposición del empresario.

Dijo que durante el encuentro –al que también acudió otra defraudada–, el dueño de Sitma se mostró relajado y despreocupado por su situación jurídica y sólo insistió que la única forma que tiene para resarcir el daño patrimonial de los clientes es con la entrega del inmueble de Calpan.

El vocero de los clientes señaló que el empresario les aseguró que “no tiene dinero para sobrevivir dentro del reclusorio”. También, les solicitó que los agraviados “lo visiten más seguido porque se siente solo y que le lleven algo de comer”.

Agustín Torres indicó que lo único que demuestran las declaraciones de Leonardo Tiro es que no tiene “la menor intención de pagar lo que debe y le da lo mismo permanecer en la cárcel que estar libre”.

Calificó como una burla lo señalado por el empresario, quien también –señaló– se atrevió a pedirles prestados 20 pesos para comprar un café, aduciendo que no tiene nada de dinero.

Agregó que el dueño de Sitma argumentó que no cuenta con recursos económicos porque los tuvo que ocuparlos para hacer gastos operativos de la empresa, así como entregar indemnizaciones a varios clientes antes de que cerrara la empresa; sin embargo, no quiso abundar más sobre ello.

El encuentro duró unos 45 minutos y ante la insistencia de Agustín Torres de que se diera otra alternativa de pago, el empresario siempre respondió que no existe.

Por su parte, Alejandro Tapia Cortés, otro de los representantes de los defraudados, reprochó que la reunión con el empresario sólo se le otorgara a uno de los grupos de agraviados, pese a que ellos hicieron dicha solicitud desde que lo detuvieron.

Nota leida en:http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2010/06/08/puebla/eco404.php
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