De acuerdo con el Programa de Ordenamiento Ecológico y por Riesgo Eruptivo del Territorio del Volcán Popocatépetl y su Zona de Influencia, publicado en el Periódico Oficial del estado hace cinco años, en la extensión que tiene Sitma de 97 hectáreas en el municipio de San Andrés Calpan no se pueden hacer construcciones de alta densidad, como la empresa pretendía antes de irse a la quiebra. Ahora los representantes de la compañía intentan convencer a los clientes que timó para que acepten el terreno –como restitución del dinero que depositaron– y ellos levanten un fraccionamiento, pese a que ello viola la disposición ambiental.
Lo anterior es porque el lugar está localizado a menos de 30 kilómetros del cráter del volcán – ello implicaría un peligro para los habitantes–, así como forma parte de la principal zona de recarga de los mantos acuíferos utilizados para dotar de agua a la ciudad de Puebla, por lo que no se debe permitir la urbanización, con el fin de evitar la falta del líquido.
El estudio fue realizado por el Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder) de la UAP, y señala que el suelo de la zona es arenoso, lo cual permite la rápida filtración del agua de lluvia.
Este programa de ordenamiento ecológico regional considera a los 19 municipios más cercanos al volcán Popocátepetl –dentro de los cuales está San Andrés Calpan–, con el fin de garantizar la seguridad de los pobladores y la viabilidad ambiental de la región, incluyendo a la ciudad de Puebla, por su cercanía.
La propiedad de Sitma está incluida dentro de la Unidad de Gestión Ambiental y Riesgo Eruptivo (UGARE) número 34 –de las 305 que se clasificaron–, a la cual se le autorizó un aprovechamiento sustentable, que significa la utilización de los recursos naturales respetando la integridad estructural de la zona y la capacidad de carga freática que tiene el suelo. Lo anterior implica la prohibición de establecer nuevos asentamientos urbanos e industriales en la UGARE, y permite que los pobladores la sigan usando para la agricultura o actividades parecidas.
Samuel Contreras Sánchez, investigador del Cupreder, señaló que el programa de ordenamiento ecológico de la zona de influencia del Popocátepetl debe ser respetado por las autoridades municipales para asegurar la disponibilidad de los recursos naturales que requiere la población de la región centro del estado, principalmente de agua, pues actualmente la mayor parte de este líquido usado en la ciudad de Puebla proviene de 19 municipios.
Especulación y caso omiso al ordenamiento
El especialista en temas de conservación ambiental denunció que el programa –avalado por el gobierno estatal– no se ha respetado en varios municipios debido a prácticas de corrupción de los funcionarios públicos. Explicó que con la edificación de viviendas en la propiedad de Sitma, el gobierno municipal de Calpan violará este ordenamiento ambiental, como ya se ha hecho en Atlixco, Huejotzingo y Nealtican.
Samuel Contreras señaló que las autoridades estatales tampoco han hecho esfuerzos para aplicar dicho programa, sino al contrario, han alentado la especulación inmobiliaria al entregar información reservada sobre la ubicación de nuevas vialidades a empresarios, quienes compran muy barato, construyen y después venden de 10 a 20 veces más caro.
Mencionó que lo anterior es lo que pretendía hacer de forma irregular el dueño de Sitma, Leonardo Tiro Moranchel, pero por falta de planeación no lo pudo llevar a cabo, y ahora sólo busca indemnizar a los clientes que defraudó con el terreno –que carece de servicios públicos– para que ellos construyan el fraccionamiento, pese a que ello no está permitido por el programa de ordenamiento.
Por su parte, Carlos Tovar González, académico del mismo centro de investigación, indicó que la especulación inmobiliaria está ocasionando el crecimiento desordenado de la ciudad de Puebla, cuando lo primero que requiere es una redensificación, ya que existen diversos espacios en la capital que no están habitados.
Coincidió con Samuel Contreras en que se debe frenar la construcción de miles de casas en los municipios cercanos a la Angelópolis, pues ocasionará que la renovación de los recursos naturales sea lenta y traerá consecuencias adversas para la población, como mayor contaminación y la falta de disponibilidad de agua. Asimismo, al estar pavimentada dicha zona, se generarán inundaciones en las colonias más bajas.
Además, señaló, las casas que se están edificando de 35 metros cuadrados son sólo “dormitorios”, pues ninguna familia puede vivir en las mismas. Finalmente, alertó de la peligrosidad del volcán Popocatépetl, por lo que también se debe evitar el establecimiento de centros urbanos en la zona.
Los 19 municipios que se incluyen en el programa de ordenamiento ecológico regional son: Acteopan, Atlixco, Atzizihuacan, San Andrés Calpan, Cohuecan, Chiautzingo, Domingo Arenas, Huaquechula, Huejotzingo, Nealtican, San Felipe Teotlalcingo, San Jerónimo Tecuanipan, San Nicolás de los Ranchos, San Salvador El Verde, Santa Isabel Cholula, Santa Rita Tlahuapan, Tepemachalco y Tochimilco.
Nota leida en:http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2010/06/03/puebla/eco304.php
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