Defraudados de Grupo Sitma, Invergroup y Grupo Bienestar Social La Paz bloquearon los accesos del Congreso del estado durante más de dos horas debido a que la mayoría priista se negó a respaldar la propuesta que presentó el grupo parlamentario del Partido Acción Nacional de integrar un fideicomiso con recursos públicos del estado para resarcir los ahorros perdidos.
Aunque en las inmediaciones del Congreso se instaló un dispositivo de seguridad, integrado por una veintena de granaderos, no fue necesaria su intervención para disolver la protesta, ya que los inconformes liberaron el Palacio Legislativo de motu proprio tras seis horas de manifestación, no sin antes lanzar un ultimátum a los diputados del partido tricolor para que el próximo martes presenten un proyecto que dé solución al conflicto.
La propuesta de la fracción parlamentaria albiazul se turnó a la Comisión de Hacienda Pública y Patrimonio Estatal y Municipal para su análisis, donde se espera que sea bloqueada por los representantes populares del Revolucionario Institucional, quienes consideraron injusto que la administración del gobernador del estado de Puebla, Mario Marín Torres, tenga que enmendar una serie de atracos cometidos por particulares.
“Gobierno priista, acepta tu responsabilidad”
La protesta inició a las 9:30 horas, cuando cerca de un centenar de defraudados arribó al Congreso local pocos minutos antes de que iniciara la sesión ordinaria de ayer. Los inconformes cerraron la calle 5 Poniente, entre la 3 Sur y 16 de Septiembre, y tapizaron la fachada del Palacio Legislativo con cartulinas y mantas en las que exigían la intervención de los diputados y la administración estatal en el caso.
“Gobierno priista, acepta tu responsabilidad y no olvides a tus representados”, “Exigimos que legislen a favor de los defraudados”, “Exigimos la devolución de los ahorros” y “Ayúdennos a recuperar nuestros ahorros” eran algunas de las demandas que se podían leer en las pancartas.
El coordinador de la bancada albiazul, Eduardo Rivera Pérez, subió el tema al pleno a través de un punto en el que proponía la creación de un fideicomiso público para poder administrar un fondo de apoyo a favor de los defraudados de Sitma, Invergruop y otras inmobiliarias.
Además, solicitaba al procurador General de Justicia, Rodolfo Igor Archundia Sierra, una auditoría a las empresas implicadas para conocer el monto del fraude, así como un informe del número de denuncias que se han presentado en contra de las inmobiliarias y el estado en el que se encuentran.
Por último, sugería a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) una investigación en todo el país a cajas de ahorro, cooperativas e inmobiliarias con el fin de conocer su solvencia económica y prevenir más fraudes.
Rivera explicó en tribuna que el fideicomiso cubriría los ahorros perdidos de los defraudados con recursos públicos del estado, los bienes incautados a las compañías involucradas, así como fondos federales que serían gestionados a través de convenios.
La exposición fue aplaudida por un grupo de defraudados que se apostó en las galerías del pleno del Poder Legislativo y censurada por el diputado priista Víctor Huerta Morales, quien acusó a su homólogo de AN de actuar con fines políticos y engañar a la gente.
“No se vale lucrar con la desgracia ni prometer imposibles encargándoselos a otros”, señaló al tiempo de recordar que el dueño de Grupo Sitma, Leonardo Tiro Morachel, fue uno de los empresarios que financió la campaña del PAN en la elección de 2006.
Eduardo Rivera respondió el ataque al señalar que el PRI también tuvo relación con Sitma, pues –aseguró– un funcionario estatal –cuyo nombre se negó a precisar– certificó el acta constitutiva de la empresa a través de su notaria pública, mientras que la Comuna de Puebla permitió que la inmobiliaria participara en un portafolio de inversión a favor del municipio.
Los diputados del PRI votaron contra un punto de acuerdo, por lo que turnaron la propuesta a la Comisión de Hacienda para su análisis. La decisión provocó el descontento de los manifestantes que estaban en el pleno, quienes gritaron a los legisladores del tricolor “traidores” y “cobardes”.
Eduardo Rivera se encargó de dar la noticia al resto de defraudados que participó en la protesta, el cual intentó ingresar al inmueble para exigir una explicación a los priistas; sin embargo, el acceso fue impedido por elementos de seguridad del Congreso, quienes cerraron las puertas de las dos entradas que tiene el recinto.
Inmediatamente arribaron al lugar cinco camionetas de la Policía Estatal, las cuales se estacionaron frente a catedral, mientras la veintena de efectivos que se transportó en éstas esperaban instrucciones. Durante dos horas nadie pudo salir ni entrar al edificio.
A las 16:30 los representantes de los defraudados accedieron retirarse del Palacio Legislativo para permitir la partida de los diputados, con la condición de que la bancada priista presentaría este martes una propuesta para resarcir los ahorros de los timados.
Nota leida en:http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2009/11/27/puebla/jus103.php
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