Defraudados se enfrentan a automovilistas y camioneros que cruzan la autopista. Foto: Rafael Murillo
Un bloqueo de dos horas en la autopista Puebla-México y de tres en el crucero de San Felipe Hueyotlipan, así como una megamarcha hasta Casa Aguayo, bastó para que el gobierno del estado aceptará la viabilidad de crear un Fondo Emergente para indemnizar a los defraudados de la empresa Sitma.
Coreando “No votaremos por el PRI” y “Queremos el 100 por ciento de nuestro dinero”, más de 2 mil manifestantes de la tercera edad e indígenas proveniente de Puebla, Atlixco e Izúcar de Matamoros, bajo los rayos del sol y dispuestos a dar la vida en ese instante con tal de obtener justicia, desde las 10 a las 13 horas se movilizaron entre la Autopista Puebla-México a la altura del kilómetro 123 de la autopista, en carriles de alta y baja velocidad en ambos sentidos. A los defraudados de Sitma se unieron otros timados de las empresas Invergroup, Incoin y Comsmbra. Ahí la demanda fue que el gobernador del estado se presentara en la zona del conflicto, para dar solución a su problema creando de inmediato un fondo emergente para obtener indemnización.
Las canas, las arrugas, la sed y el cansancio de la vejez no impidieron a hombres y mujeres enfrentarse a los automovilistas y camioneros que cruzan la autopista, con la esperanza de recuperar lo que les robó Leonardo Tiro Moranchel. Sabían que sólo así les harían caso.
En punto de las 9:30 de la mañana, el primer contingente de 600 defraudados bloqueó el crucero de San Felipe Hueyotlipan. A la 10, otro contingente se ubicó en el carril de baja que incorpora a la autopista con sentido Puebla-México.
A las 11 con 20 minutos, otras 200 personas marcharon sobre la lateral que conduce a la CAPU para iniciar el bloqueo en la autopista. Los tráileres amagaron con echarles el camión encima, se tensó el ambiente y los gritos entre unos y otros se dejaron oír.
A las 12:15 arribó a la zona de conflicto un funcionario menor de la Secretaría de Gobernación (Segob), para negociar la liberación de la vialidad. El sujeto no llevaba propuesta y fue despedido por los inconformes. Veinte minutos después, a través de un radio de Nextel el subsecretario de asuntos jurídicos, José Francisco Díaz Gil, amenazó a Alejandro Tapia Cortés, representante de los inconformes, para levantar de inmediato el bloqueo, amenazándolos con que de no hacerlo les retiraría el apoyo legal y de mediación, pues le recordó que el problema es entre particulares.
Tapia Cortés aseguró que el gobierno estatal no puede lavarse las manos, y le reiteró que no aceptarán ninguna otra propuesta que no sea la recuperación del 100% de su inversión, y que ésta venga del gobierno estatal y federal, pues los bienes incautados por la Procuraduría General de Justicia no alcanzan para pagar a los cuatro mil 700 afectados. A las 13 horas los afectados se replegaron. Dejaron pasar a los autos. Quince minutos después volvieron a cerrar, dispuestos a no moverse de ahí hasta que alguien de peso los atendiera. El miedo se apoderó de los timados. Unos trescientos granaderos arribaron a la zona. Los líderes, para proteger a la gente y evitar a toda costa que fueran heridos, lesionados o detenidos, decidieron liberan la autopista.
Las dos mil personas marcharon entonces a paso lento hasta Casa Aguayo. Al llegar, una comisión fue recibida por el secretario de Gobernación Valentín Meneses, quien aceptó la viabilidad de de crear el Fondo Emergente que cubra los 578 millones de pesos reclamados.
Fijó el compromiso de no heredar el problema al próximo gobierno estatal. El próximo jueves montarán las mesas de trabajo para definir cómo se integrará el Fondo Emergente. Los defraudados advirtieron que no darán marcha atrás a su petición, y que si el gobierno estatal no cumple, radicalizarán sus movilizaciones.
Puebla • Guadalupe Gálvez
Nota leida en:http://impreso.milenio.com/node/8733353
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